domingo, 19 de agosto de 2007

Saudade

Creo que lo que más extraño de Córdoba, por ahora, son sus fiestas.

En casa de amigos. Conocidos. Amigos de conocidos de mis amigos.

No siempre son buenas (de hecho, solo algunas pocas son realmente buenas) pero ahora a la distancia me doy cuenta que eso realmente es irrelevante, o en todo caso, subjetivo, porque el rol que cumple una fiesta es ser el plafón, el decorado, la locación acondicionada para poder desplegar el arte propio de la alegría que cada cual sabrá (o no) manifestar.

Y en Córdoba con el amigo de un conocido de mi amigo seguro que tengo una massomeno onda, y con sus conocidos también, lo que invita a abrir la bolsa de boludeces y despacharse con las ídems más totales, con absoluta libertad, libertad que genera una sensación de liviandad en el cuerpo, liviandad clave para sobrevivir a la opresión semanal de la vida en Sociedad.

Acá en Bariloche todavía no tengo amigos, y muy pocos conocidos, y anoche en Córdoba había dos fiestas en casa de amigos.

¿Cómo no sentir “saudade”?

¡Felíz cumple Diego!

¡Felíz cumple Juan!

¡Felices Fiestas para todos!

(Jo, jo, jo)

PD: es complicada la traducción concreta del término “saudade”, no es estrictamente melancolía, o nostalgia, cuando un brasileño tiene saudade se toma una cachacinha, cuando un argentino se siente melancólico se toma un Rivotril.

¡Salud!

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